domingo, 24 de julio de 2016

Mientras mayor es la lucha, Mayor es el Triunfo

¿Quién de nosotros no ha conocido la angustia de las esperanzas defraudadas y de los sueños frustrados?

Todos nosotros hemos tenido momentos donde sentimos que no somos capaces de salir de los problemas. Vivimos momentos en nuestra vida donde no vemos salida, momentos donde el camino oscuro parece no tener fin haciendo que nuestras luchas sean muy grandes para batallar contra ellas.

Soñamos en grande pero pensamos en nuestras incapacidades. Nos vemos en el espejo y nos auto juzgamos, sentimos que no tenemos el potencial, que la vida es más fuerte que nosotros, que las decisiones que hemos tenido que tomar han sido muy dolorosas causando que el pasado sea más importante que nuestro presente. Parece que no nos sentimos ni vivos ni muertos. Simplemente, existimos.

La vida está llena de retos y luchas. La vida está llena de enfermedad y preocupaciones. En la vida, a veces, nos alcanzan los vientos a favor de la alegría, el triunfo y las realizaciones, y otras veces son los vientos en contra del fracaso, la aflicción y la tragedia los que nos sacuden furiosamente. El camino es muy empinado y la montaña muy alta

¿Qué podemos hacer en estas circunstancias?

Lo que podemos hacer es no perder la Esperanza. Dios te ha creado con un potencial excepcional y un propósito ÚNICO. Así que ¡No nos rindamos¡ ¡sigamos adelante! porque aunque la montaña sea muy alta, mientras subes veras que la vista mejora y los problemas se hacen más pequeños. Cuando sentimos que no podemos más, Dios está con nosotros. Dios nos ha dado la victoria. Dios te ama y no te abandona en ningún momento. Él conoce aquellas cosas por las cuales haz llorado tanto, aquellas decisiones que has tenido que tomar, aquellos momentos donde tu fe es puesta a prueba, aquellos momentos de dolor y de soledad que han tocado tu puerta. Por eso te digo que Dios  está contigo, y tal vez tú lo sabes pero lo quiero decir otra vez: “Dios está contigo”. Por descorazonadoras y catastróficas que sean las circunstancias presentes, sabemos que no estamos solos, Dios tiene un propósito, pues  él está con nosotros en los momentos de mayor aflicción y soledad, él está con nosotros en cada momento, porque su amor no se rinde, él no se cansa de amarte. Dios espera que podamos dejar de luchar por nuestras propias fuerzas y capacidades y entreguemos todo a él, dejando que él nos lleve entre sus brazos.

Hoy quiero motivarles a que no se rindan, no dejen de luchar. Mientras mayor es la lucha, mayor es el triunfo. Mientras mayor es la enfermedad, mayor es la sanidad de Dios. Mientras mayor es la desesperanza, mayor es la esperanza en Dios, Mientras mayor es la incapacidad, mayor es la fuerza y el poder de Dios. Así que no se rindan.
Porque Dios te dice
Isaías 41:10
 No tengas miedo, pues yo estoy contigo;
no temas, pues yo soy tu Dios.
Yo te doy fuerzas, yo te ayudo,
yo te sostengo con mi mano victoriosa.








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