Cuando veo que las
cosas no salen bien
Cuando salgo y lo que
encuentro es un abrumador silencio
Cuando mis fuerzas se
desgastan
Cuando pienso en
tirar la armadura y rendirme en la batalla…
Es en ese momento que
recuerdo tu propósito
¡Es por esto que me
levanto!
¡Es por esto que
devuelvo mis ojos a ti!
Limpio mis lágrimas,
me sacudo el polvo y decido continuar
Las tormentas se
alzan
El dolor llama a la
puerta
El miedo trata de
cohibirme
La desesperanza trata
de golpear mi paz
La soledad comienza a
aislarme
Pero son en cada uno
de estos momentos
Cuando mis
pensamientos callan, mi espíritu se rinde y mi alma gime
Que comienzo a escuchar
una dulce voz
Una voz llena de
tranquilidad
Uno voz tan tranquila
como el movimiento de los árboles con el suave viento de verano
Una voz llena de
esperanza y amor que trata de decir algo tan importante
Pero la duda y el
dolor
La enfermedad y
preocupación
El odio y la falta de
perdón la opacan
Las nubes que no
dejan ver el sol
Los gritos perturban
el silencio
¡No dejan oírla!
Pero en medio de todo
esto
Cuando decido
simplemente rendirme a lo que no puedo hacer
Cuando decido dejar
que pase la tormenta
Cuando decido callar
mi mente
Derrumbar mi orgullo
de rodillas
Calmar mi dolor con
lágrimas
¡Justo en ese momento!
Llega su voz que me dice:
“Yo estoy contigo, no
te dejaré ni te defraudaré”
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